miércoles, 22 de junio de 2011

Instrucciones precisas

Como os conté hace una semana, iban a operar al Peque de tres de las cosas más habituales en niños de su edad. De hecho, están en la lista de operaciones frecuentes (ver aquí). Teníamos la operación programada para el jueves 16 a las 16:00. Mi madre se vino en autobús de Bilbao el miércoles para echarnos una mano. Mi padre no podía venir porque sigue con muletas desde el estropicio que se hizo en el pie. Harry y yo avisamos en el trabajo y el jueves nos quedamos en casa para evitar que el Peque comiese o bebiese nada desde las 10:00. Todo estaba listo.

El miércoles a las 10:22 me llamaron del hospital. Que no tenían camas y tenían que aplazar la operación al día 30. Prácticamente le supliqué a la enfermera que no me hiciese esa putada, que era un problema logístico gordísimo, que ya habíamos faltado al trabajo, que toda la familia de fuera se iba a desplazar (bueno, vale, exageré un poco). Me pidió que le diese algo de tiempo para ver si podía arreglarlo. Volvieron a llamar 5 minutos después y dijeron que podían operarle al día siguiente. Bueno, no estaba mal. Unas horas más de angustia y nervios y estaría hecho.

Operaron al Peque el día 17. Todo salió bien, pero las 3 operaciones se convirtieron en 4. Si habéis visto la lista que enlacé antes, había 5 operaciones en ella: una es de chicas, las otras 4 se las hicieron a mi Peque el viernes pasado.

No os voy a contar la angustia que pasamos durante los 80 minutos que duró la operación porque no creo que pueda expresarlo con palabras. Cuando el cirujano nos llamó al teléfono de la habitación para contarnos que todo había salido bien, fue como despertar de una pesadilla.

Al cabo de un rato lo subieron a la habitación. Venía llorando pero en cuanto le cogí en brazos se calmó. Me dijeron que lo mejor que podía hacer era tumbarme en la cama con él para que estuviese tranquilo. Y ahí estuvimos los dos, como el día que vino al mundo, acurrucados en una cama de hospital.

El cirujano vino también a la habitación y nos dio un montón de instrucciones que traía apuntadas en un papel: que si la pomada tal, que si no-sé-cuántos mililitros de Dalsy, que si no-sé-cuántos mililitros de Apiretal, que si cita para revisión el martes siguiente... Le escuché atentamente, aunque evidentemente no me quedé ni con el nombre de la pomada (no era ninguna de las que había usado con anterioridad) ni con las dosis exactas de los analgésicos (que de todas formas vienen en el prospecto). El resto lo procesé todo, incluso la cita de la revisión, fecha y hora.

El cirujano se fue y dijo que volvería al día siguiente a las 7:30 de la mañana para darle el alta médica. No nos entregó el papel con las instrucciones, pero pensé que nos lo daría antes de que nos fuésemos.

El Peque, en su línea, se comportó como todo un valiente. Cenó con ganas, jugó con su nuevo camión y luego se quedó dormido y apenas despertó en toda la noche. Vinieron varias enfermeras, incluso el pediatra de guardia, para comprobar que todo iba correctamente.

A las 7:30 vino el cirujano y nos dijo que todo estaba perfectamente, y que no me olvidase de las instrucciones que me había dado el día anterior.
- Bueno, no me he quedado con el nombre de la pomada.
- Pues te lo dije ayer.
- Sí, pero no lo apunté. Pensé que ibas a dármelo todo por escrito.
- Espera un momento.
Me pareció un poco borde, pero pensé que era por madrugar tanto en sábado. Al cabo de un rato vino y me entregó el parte de alta, en donde estaba escrito todo lo que él había comentado el día anterior. De hecho, estoy casi segura de que el papel que él tenía el día anterior era la copia rosa del que me entregó.

El Peque salió del hospital por su propio pie y llegó a casa la mar de contento. Al cabo de un rato llegaron también los padres de Harry con Blancanieves. El Peque adora a su hermana y estuvo casi todo el día jugando con ella en el jardín. Nos daba un poco de miedo que se diese algún golpe, pero parecía estar perfectamente y se movía como si no tuviese nada.

El martes teníamos cita con el cirujano para la revisión. Como era a media tarde, me acompañó mi madre, Harry no salió del trabajo. Pasó lo siguiente:
- Hola, buenas tardes.
- Ah, hola, sí, veamos, le operamos el día 17 de tal, tal y pascual...
Lo dijo mientras miraba el historial, no se lo sabía de memoria. No se lo critico, operó a cinco niños ese mismo día.
- Veamos que tal está todo... aaaah, sí, muuuy bieeeen, todo perfeeeecto.
- ¿Todo bien entonces?
- Sí, todo bien. Tienes que hacerle las curas unos días más y procura que no se suba al tobogán en un par de semanas, jejeje.
- ¡Pero si el día que le dieron el alta ya se montó en el tobogán!
- ¿Qué? ¡Pero si te dije que tenía que hacer reposo absoluto durante varios días!
- No solo no me lo dijiste, sino que tampoco lo escribiste en el parte de alta.
- Bueno, puede que no lo escribiese en el parte de alta, pero estoy seguro de que te lo dije de palabra.
- Pues desde luego que no lo sabía, y el Peque ha estado haciendo vida normal desde que salió del hospital.
- Pues es un milagro que todo esté bien y que no se le hayan saltado los puntos. De hecho, estoy asombrado.

Estoy planteándome qué hacer. Todo ha salido bien y no sé si merece la pena liarla pero, por favor, que alguien me conteste a las siguientes preguntas:
- ¿por qué un cirujano que no recuerda de qué ha operado a mi hijo dice acordarse de las instrucciones verbales que me ha dado?
- La noche de la operación, la primera vez que nos dio las instrucciones, estábamos Harry, mi madre y yo presentes. ¿Por qué ninguno de los tres recordamos que nos mencionase ninguna limitación a la movilidad?
- La mañana del alta, estábamos mi madre y yo presentes. ¿Por qué ninguna e las dos recordamos que nos mencionase ninguna limitación a la movilidad?
- ¿por qué un cirujano cree que yo olvidaría una instrucción precisa y seria si me la hubiese mencionado?
- ¿por qué un cirujano olvida escribir en un parte de alta que el paciente requiere reposo absoluto?
- ¿cómo se supone que se consigue que un niño de dos años haga reposo absoluto? De hecho, si me hubiese dicho algo semejante (incluso reposo parcial) hubiese pedido sedantes para el Peque y/o calmantes para nosotros!!

Hacía mucho que no acababa un post diciendo... ¡capullo!

miércoles, 15 de junio de 2011

Miedo

Hoy es mi cumpleaños. Cumplo 40 años.

En estos años he pasado verdadero miedo en algunas ocasiones. Hablo de miedo del que te empieza en los ojos, te cubre la vista, te deja la cara como gelatina. Luego te aprieta el pecho y baja al estómago, donde licua el contenido de tus intestinos. Acaba en tus rodillas y sientes que no te tienes en pie. Y cuando ha finalizado el recorrido, todo tu cuerpo tiembla. Tienes la sensación de que te han sacado todo el calor corporal. El mundo se difumina y no puedes fijar la vista en nada.

Ese miedo.

Tenía 8 años y mi hermano había nacido hacía muy poco. Mi madre bajó un momento a un recado, justo al lado del portal. No debió tardar ni 10 minutos. Yo me quedé con mi hermano en brazos, sentada a la mesa de la cocina, sin moverme. Pero él sí se movió, y se dió un golpe en la cabeza contra la mesa. No muy fuerte, pero era muy pequeño. Empezó a berrear y le dio la apnea del llanto. No era la primera vez, y yo sabía qué hacer porque se lo había visto a mi madre. Pero no es fácil poner boca abajo a un niño de un par de meses cuando tienes ocho años. Cuando volvió mi madre llorábamos los dos. Hubo un momento que pensé que se me iba a morir. Creo que de aquello vino que durante la mayor parte de mi vida no me gustasen los niños.

La siguiente la he contado hace poco: cuando volví del viaje de estudios de 8º y hubo un consejo de guerra. Os puede parecer una bobada, pero en aquella reunión se hablaba de expulsar del colegio a los responsables. Yo era de las que sacan sobresalientes, iba a ir al instituto y luego a la universidad y hacerme astronauta y vivir en Guasintón. Aquella gilipollez podía fustrar todos mis sueños. Fue espantoso.

Cuando tenía 19 años yo salía con un chungo, pero no lo sabía porque estaba enamorada. Cuando se me acabó el amor y me di cuenta de lo chungo que era, le dejé. Bueno, lo intenté, pero no se dejaba dejar. Al final la ruptura fue bastante traumática... y traumatológica. Las semanas siguientes el chungo estuvo llamando a todas horas y siguiéndome con el coche cada vez que salía de casa. Durante ese tiempo el miedo era mi segunda piel.

La primera vez que tuve que conducir en Alemania después de haber nevado toda la noche, mi coche dio varios trombos al entrar en la autopista. Por suerte apenas había tráfico.

Una vez que estaba paseando a mi perro (pequeño y adorable) nos atacaron dos perros (enormes y agresivos) cuyo dueño ni siquiera estaba a la vista. Al final no pasó nada, pero no pude andar en un buen rato.

Cuando vivía sola en Portugalete los alcohólicos del piso de abajo discutían a gritos por la noche. Una vez empecé a golpear el suelo y mi vecino subió a aporrarme la puerta de mi casa.

Mañana operan a mi hijo de dos años. Es una operación triple, de las tres cosas más habituales de las que se opera un niño de esa edad. Todo el mundo me dice que no me preocupe, que son operaciones poco invasivas, que el cirujano hace varias todos los días, que a esta edad se recuperan muy rápido y que todo va a salir bien.

Ese miedo.

viernes, 10 de junio de 2011

Dibus

Habrá un montón de gente que quiera lapidarme por ello, pero yo dejo que mi hijo vea la tele. Le pongo pelis y series acordes a su edad, por supuesto.

Cuando era más pequeño podía ver cualquier cosa mientras él hacía las cosas que hacen los bebés pequeños (básicamente, desgastar el chupete y jugar con su pie). Al ir creciendo empezó a reclamar sus series y películas, y ya no me deja ver nada. Ahora ya no puedo poner un episodio de Bones mientras plancho y él pulula por el salón. Tengo que ponerle sus cosas y planchar al ritmo de "bajo el mar".

Empezó con Pocoyó. Me he visto los episodios tantas veces que me los sé de memoria. Hubo un viaje, volviendo de Bilbao a Coruña, que le pusimos un DVD en bucle y nos escuchamos los mismos 4 episodios unas 10 veces. Ese DVD no lo he vuelto a poner nunca. En cuanto oigo el título de uno de esos episodios me dan sudores fríos.

Harry le tiene ojeriza a Eli, dice que es una presumida y una sabionda. A mí técnicamente la serie me parece una pasada: me flipa cómo consiguen tanta expresividad cambiando solo los ojos y la boca de los muñecos. Y el narrador lo vive, lo da todo.

Luego intentamos ampliar sus horizontes con otras series: la oveja Timmy y sus colegas de guardería. En la canción de la cabecera dicen "en hacerse el guay es el mejor". La serie es totalmente distinta de Pocoyó. No se habla, pero da mucho más juego. Le vas contando tú lo que piensan y dicen los bichillos. El narrador eres tú y te entregas como si estuvieses haciendo un casting para sustituir al de Pocoyó. Además, como te cuenta las actividades de la guarde de Timmy, te da algunas ideas para entretener a tu bicho.

Hubo también un intento con Pat el Cartero, pero no funcionó. Es una serie de lo más tonta. Ni al Peque ni a mí nos gusta.

He probado a ver con él cosas de mi época (la abeja Maya, Barrio Sésamo) pero al cabo de 2 minutos me da vergüenza haber pensado que eso merecía la pena.

Hace poco el Peque descubrió a los pingüinos de Madagascar en casa de la canguro y durante un par de días los pedía. Una vez que los tuve, resultó que tampoco le gustan demasiado. A Harry le chiflan y se empeña en ponérselos, pero el Peque pasa millas.

Y luego están las pelis de Disney y Pixar. El problema para conseguir una de esas películas es que si las buscas con la mula, el 50% de las veces te estás bajando porno. Todavía no he conseguido una versión de la Bella y la Bestia que sea para niños. Las versiones que tuve no eran ni para adultos...

En cualquier caso, la primera vez que ves una de esas películas te mola. Pero si algo tienen los niños pequeños es que son capaces de hacer algo en bucle infinito. Te piden todos los días el mismo cuento, quieren comer siempre con la misma cuchara, ponerse siempre los mismos zapatos y ver siempre la misma película. Así que en un par de días empiezas a ver los fallos de argumento, algún personaje te empieza a caer francamente gordo, la voz de otro te saca de tus casillas y hay alguna frase de la canción traducida al español que te tiene obsesionado porque no le ves el sentido.

Aquí dejo algunas preguntas que me han ido surgiendo:
  • ¿quién le ha hecho el taparrabos a Mowgli en El Libro de la Selva? ¿Su mamá loba?

  • ¿por qué cree la Sirenita que en la superficie no prohíben nada? Y lo que es peor ¿por qué no dejan claro en algún momento de la película que prohibir cosas no está tan mal? Se supone que esas pelis tienen que educar un poquito, ¿no?

  • ¿por qué Rayo McQueen da media vuelta para volver a la autopista y acaba en un pueblo por el que no pasó en el camino de ida?

  • ¿quién le corta el pelo a Simba y le hace ese desfilado tan femenino?

  • ¿quién le ha enseñado a pelear a Simba, si se pasa el día comiendo bichos y no ha matado ni a un ratón?
Como veo que os interesa el tema (habéis llegado hasta aquí), os sugiero que echéis un vistazo al blog de Molinos porque tiene algunos posts geniales que os van a encantar: aquí, aquí y aquí.

jueves, 9 de junio de 2011

Junio 2006

Hace cinco años visité Coruña por primera vez. Nunca antes había estado en Galicia.

Hace cinco años yo llevaba uno currando en una empresa que pertenecía a un grupo empresarial que me había parecido ideal para mi desarrollo profesional. Hace cinco años yo todavía creía en eso del desarrollo profesional. La empresa en cuestión fue vendida unos meses después de incorporarme yo y dejó de pertenecer al grupo empresarial. Lo que era una putada doble: por una parte, el desarrollo profesional iba a ser un asco; por otra, el proyecto para el que me habían contratado se iba a suspender. Como yo formaba parte del comité de empresa (accidentalmente) me ofrecieron una cuantiosa indemnización para que me fuese sin montar mucho escándalo. A mí tampoco me interesaba mucho quedarme después de la venta, y menos sin proyecto, así que acepté.

Hace cinco años, el 6 del 6 del 6, me quedé en el paro (remunerado) por primera vez en mi vida.



Hace cinco años yo salía con el chungo Bodyguard (algún día me sentaré a escribirlo y lo mandaré a QaD). El chungo en cuestión vivía en Bizkaia porque era escolta allí, pero originariamente era de un barrio muy chungo de Coruña. Llevábamos saliendo poco tiempo pero la cosa se había puesto muy intensa. Por una serie de circunstancias muy chungas al Bodyguard le obligaron a cogerse unos días de vacaciones. Y yo me iba a quedar en el paro. Así que se nos ocurrió la feliz idea de venirnos unos días a Coruña.

El chungo quería venir en moto, pero era evidente que yo no iba a aguantar un viaje tan largo en moto. Así que finalmente él se vino en moto y yo en mi coche. La idea era aparcar el coche al llegar y movernos siempre en moto.

Llegamos a Coruña el sábado día 10, agotados. En estos cinco años he vuelto a hacerme el viaje muchas veces, y cada vez hay más tramos de autopista abiertos, pero entonces el viaje era casi entero por carreteras llenas de curvas, puertos de montaña y tractores. Un horror.

El domingo día 11 un amigo del chungo nos invitó a dar una vuelta en barco. Me mareé tanto que creía que no iba a volver a poder fijar la vista el resto de mi vida. Después tuvimos que recorrer unos cuantos kilómetros en moto. Cuando me bajé las piernas apenas me respondían. Me dolía todo. Era como la peor gripe de mi vida + la peor menstruación de mi vida + el peor mareo de mi vida. Me encontraba realmente mal.

Esa noche no pude comer, todo me daba nauseas. La vuelta al hotel en moto fue el horror, creía que en cualquier momento iba a caerme.

Al día siguiente, después de un desayuno que apenas pude probar, el chungo quería pasar un rato en la piscina climatizada y el gimnasio del hotel. En lo que me preparaba para bajar a la piscina tuve que ir al baño cinco veces, así que decidí que no tenía sentido acompañarle. Me quedé en la habitación.

Cuando el chungo volvió a la habitación yo apenas podía incorporarme en la cama. Pero estaba convencida de que había cogido una gripe de esas que te dan gastroenteritis, y que era cuestión de horas que me encontrase mejor.

El chungo se largó dejándome sola en la habitación y volvió casi a medianoche. Me llamó varias veces al móvil para asegurarse de que estaba viva.

Ese día tuve fiebre bastante alta. Yo soy de las que no consigue que el termómetro suba de 35 en días normales. Cuando yo tengo 37º (y los médicos dicen "no es fiebre") me siento a morir. Ese día tuve bastante más pero no sé cuánto más, porque una no se lleva un termómetro cuando va de vacaciones con su novio. No había llevado ni pijama, como para llevar termómetro.

Como digo, a eso de la medianoche volvió el chungo y cuando vio mi temperatura corporal se asustó un poco. Yo insistí en esperar al día siguiente para ver si se me pasaba.

A la mañana siguiente, martes y 13, no tenía tanta fiebre, pero se me había hinchado la cara de una manera espantosa. Parecía una muñeca chochona. Se me había cortado la "gastroenteritis" pero el nuevo síntoma me acojonaba bastante más. Fuimos a urgencias.

Unas horas después tuve que llamar a mi madre al móvil y decirle que me iban a operar de apendicitis en Coruña.

Hace un mes mi padre vino a visitarme y acabó siendo operado del pie en el mismo hospital en el que a mí me operaron de apendicitis hace cinco años.

miércoles, 8 de junio de 2011

Me gusta tu blog

Ayer recibí un email a la cuenta de correo del blog. Viene de una dirección de hotmail y dice así:

Hola

Me llamo Fulanita, soy administradora de un directorio y me ha gustado su página otrabrujanaranja.blogspot.com tus relatos estan entretenidos. Por ello, me encantaría contar con tu sitio en mi directorio, consiguiendo que mis visitantes entren también en su blog.

Si estás de acuerdo. Házmelo saber.

Suerte con tu blog y que tengas un buen día.


Vamos a ver, Fulanita: eres administradora de "un directorio". ¿Y no me puedes decir cuál? ¿Es un directorio super secreto? ¿Es una sorpresa? ¿Es mentira? Y de todas formas ¿qué es un directorio? Y no sé si quiero que tus visitantes entren también en mi blog, habrá que ver quiénes son, habrá que ver cómo han llegado a tu directorio super secreto...

He buscado en google y he visto el mismo texto en los comentarios de muchos blogs. Supongo que esto tiene alguna finalidad, pero se me escapa cuál. Si lo que persiguen es, simplemente, que conteste al email, ¿qué ganan? ¿un nuevo contacto al que mandar spam?

La verdad es que el texto suele estar personalizado. A mí me dicen que los relatos están entretenidos, a otros les ponen incluso una referencia al tema del post. A mí me desean un buen día, en otros desean un buen fin de semana.

He buscado también información sobre si esto es un timo, pero no encuentro nada.

¿Alguien sabe qué intentan conseguir con esto?

martes, 7 de junio de 2011

Mi router está kaputt - capítulo III

La segunda parte está aquí, pero os hago un pequeño resumen: el domingo se había roto el router y el miércoles nos trajeron uno nuevo. Pero todos los routers de la compañía daban problemas ese día. O eso, o el teleoperador no se fiaba de mí.


Después del intento infructuoso del miércoles, el jueves decidí que podía pasar sin ver la tele y sin usar el teléfono fijo. Tenía un libro para leer y mi familia me llama al móvil. La familia de Harry solo llama al fijo, pero eso no me parecía un problema grave.

El viernes Harry se fue a buscar a Blancanieves, pero me llamó desde el coche:
- Bruja, a las 18:00 te van a llamar los del teléfono para ayudarte a configurar el router.
- ¿Y eso? ¿Les has llamado tú?
- No, me han llamado ellos.
- No me lo creo.
- Yo no te mentiría, Bruja. De verdad, de verdad, de la buena, que me han llamado ellos preocupados porque todavía no nos funcione el router.

- Mientes más que hablas.
- Bueno, lo dicho, que te van a llamar.
- Son las 17:45 y estoy con el Peque en la calle. No voy a entrar ahora a mirar lo del router.
- Jo, Bruja, tendremos que arreglarlo, ¿no?
- Me voy a c*g*r en todo lo que se menea, j*d*r, no me apetece una m**rd* ponerme ahora con eso.
- No digas tacos delante del Peque. No me extraña que todavía no hable, seguro que cuando empezó a hablar en la guarde le lavaron la boca con jabón y ya no se atreve.

Entré en casa, encendí el ordenador y entré en la página de configuración del router. Seguía diciendo que no tenía conexión a internet, ni teléfono fijo, ni nada para lo que sirven los routers. Lo reinicié un par de veces y seguía sin funcionar. Esperé hasta las 18:10 y salí de nuevo con el Peque, que llevaba todo el rato protestando a gritos. Bueno, tal vez estaba imitándome.

El sábado Harry volvió a llamar al servicio de atención al cliente y se puso él mismo a seguir las instrucciones que le iban dando. Intentó de todo, incluso meter un palillo por un agujerillo del router para reiniciarlo, pero seguía sin funcionar. Finalmente, después de un buen rato haciendo el monguer, el teleoperador le dijo que era un problema generalizado de la companía en toda la zona de Coruña. Que se iba a solucionar ese mismo día. El primer paso del protocolo de atención al cliente es "comprueba que no es un problema generalizado". El último paso es "si nada de lo anterior ha funcionado, di que es un problema generalizado".

El domingo seguía sin funcionar y Harry llamó de nuevo. Para entonces había pasado del modo "hola-buenas-tardes" al modo "mira-vamos-a-ver". Le hicieron configurar el router desde el principio, y conseguimos acceso a internet. El fijo también funcionaba, aunque con mucho ruido de fondo. Durante casi 5 minutos pensamos que el problema estaba solucionado... luego se cayó todo. Oooooooh.

Volvió a llamar. Empezábamos a hacer cuentas de cuántas llamadas (a razón de 59 céntimos cada una) estábamos haciendo. Harry estaba cada vez más cabreado, había entrado en el modo "me-voy-a-cambiar-de-proveedor". Se pone muy sexi cuando la bronca no es para mí.

Le dijeron que ellos no veían ningún ordenador conectado a nuestro router. Pero tampoco les constaba que no estuviese funcionando correctamente. Ay, cierra esa página que nos ven. Un rato después volvíamos a tener internet y teléfono fijo. Nos prometieron que iban a estar monitorizando nuestro router durante unas horas para ver si fallaba algo. ¡¡¡No vuelvas a abrir esa página, que nos ven!!! Desde entonces, ha funcionado perfectamente. El problema ha durado, hora arriba o abajo, 7 días. Debe ser que si dura más tienen que hacerte descuento, porque resulta de lo más sospechoso.

Ya no salta el contestador, pero tengo que averiguar cómo escuchar los mensajes que me hayan podido dejar estos días. Y tengo a JackSparrow bajando episodios a lo loco, que el sábado tuve que verme una película de Silvester Stallone y no quiero repetir la experiencia

Esperemos que en la próxima tormenta de verano no se rompa de nuevo, porque creo que a Harry le dará una embolia.

lunes, 6 de junio de 2011

Mi router está kaputt - capítulo II

La primera parte está aquí, pero os hago un pequeño resumen: el domingo se había roto el router y el miércoles iban a traernos el nuevo.


El martes por la tarde seguíamos teniendo un contestador, algo muy previsible porque no había llegado ningún SMS de que la incidencia hubiese sido resuelta. Pero oye, nos iba a llegar el nuevo router al día siguiente, pasamos de llamar otra vez porque se pierde más tiempo en conseguir que la maquinita te ponga con la persona correcta que en avisar a todos nuestros familiares de que no tenemos teléfono fijo.

El miércoles le dejamos a la canguro/asistenta el router quemado y le dijimos que llegaría uno nuevo. El transportista volvió a llamarme al móvil para preguntarme si iba a haber alguien. Volvió a preguntarme por dónde caía eso, que si tenía que girar a la izquierda después de la rotonda y tal. Pues sí, como ayer, que yo sepa no han hecho una nueva circunvalación ni nada. Todavía no podía especificarme la hora a la que iban a pasar porque "eso depende del reparto, ¿entiende? Si en una entrega tardamos un poco más o un poco menos, yo no puedo decirle a usted una hora específica". Eso es que se cree el mito porno de que le va a abrir una tía en picardías y lo mismo se retrasa.

El miércoles por la tarde teníamos el router nuevo pero no tenía ni pizca de ganas de configurarlo. Pero es que ya no nos quedaban episodios de ninguna serie para ver, el ordenador JackSparrow estaba apagado desde el domingo, ¡empezaba a urgir mucho! Al final me puse a configurarlo a eso de las 22:30 aprox. A las 22:50 ya estaba harta del router. Lo había conectado por cable al Sparrow y por wifi al mini-portátil y no había forma. Y tampoco funcionaba el teléfono fijo. Eso sí, teníamos un contestador recogiendo nuestras llamadas.

Llamé a la atención al cliente. Después de hablar con la maquinita durante un buen rato conseguí que me pusiesen con una humana, que me dijo que tenía que llamar al servicio técnico. Otro número distinto. No, no me podía pasar ella. Oye, que no cuelgues que te hacen una encuesta sobre el grado de satisfacción. Vaya, pues he colgado.

Llamé al servicio técnico. Tienen la misma maquinita. Pero esta te confirma tus opciones SIEMPRE ."Ha dicho que su consulta tiene que ver con ADSL. Si es correcto diga continuar; en caso contrario diga cancelar". Al principio de la llamada me habían informado de que la llamada, cualquiera que fuese su duración, me iba a costar solo 50 céntimos. Más IVA. 59 céntimos en total. Si ya te avisan de que no depende de la duración, es mala señal. Significa que no tienen prisa.

Al final también me pusieron con un humano. O puede que no.
- Buenas noches. Es que se me ha roto el router y me habéis mandado hoy uno nuevo y estoy intentando configurarlo y esto no va bien.
- Ahá. ¿Es usted el titular de la línea?
- Sí, yo misma.
- ¿Me dice su DNI, por favor?.
- Sí, claro es el 99.666.666 letra T de Teruel.
- ¿T de Toledo?
- Bueno, vale, pues T de Toledo.
- Pero la línea está a nombre de...
- Bruja Naranja. Sí, soy yo.
Aclaración: es que mi nombre es vasco, y la gente lo lee y piensa que soy un chico, no sé cómo explicar eso en el diálogo sin decir mi nombre.
- ¿Y su código postal es?
- 15995
- Mmmmm. ¿Ha cambiado de dirección hace poco?
- Sí, pero el código postal es el mism.... Ah, vale. Ya sé lo que pasa, vosotros tenéis el 15996 porque era la única forma de que vuestra página web me dejase meter mi dirección, porque tenéis la lista de códigos postales sin actualizar.
- Mmmmm. ¿Me dice la dirección?
- Sí, es en tal calle, número 666 de Gaitabilich.
- Mmmmm.
No me cree, lo sé, cree que soy una vecina intentando conectarme a la wifi de la Bruja Naranja, que además es un tío. Pero si soy una vecina me sabría el código postal, ¿no?
- ¿Y cuál es el problema?
- Que no puedo configurar el router.
- Un segundo, por favor.
[... ]
- Sí, mire, hoy no se puede configurar ninguno de nuestros routers, están fallando todos. Pero si mañana nos llama le ayudaremos.
- Creo que no te he entendido bien, jejeje.
- Es que hoy eso está fallando. Pero seguro que mañana estará corregido. Si mañana no le funciona, nos llama y estaremos encantados de ayudarle.
- WTF???!!!!
- Y no cuelgue que le van a hacer una encuesta de satisfacción con la atención que le he prestado.
- ¡Que no puedo! ¡Que mi hermana me tiene prohibido insultarles!

Continuará...

viernes, 3 de junio de 2011

Mi router está kaputt - capítulo I

En casa tenemos teléfono fijo e internet a través de una empresa de telefonía móvil. El cable es de los de siempre, los azules, pero el servicio es de los otros, los rojos. Ya no sé si estoy hablando de teléfono o de elecciones...

La instalación de dicho cable nos costó no pocos disgustos, porque la compañía tiene un poste en MI finca, pero desde ese poste hasta mi casa, no había cable. Y no me lo querían poner. Jo, mejor no cuento eso que me voy a poner de muy mala leche y hoy no tengo tanta energía...

Al final pusimos el cable nosotros mismos hasta la casa... y la compañía azul nos puso alguna otra cosa que necesitábamos... y la compañía roja nos mandó un router... y se pasaron por allí para comprobar que todo funcionaba... Y ya teníamos teléfono fijo y adsl y wifi y todo super bien.

Pero el domingo pasado hubo tormenta. Mientras estábamos en la sala, hablando por el teléfono fijo con Blancanieves, con el ordenador JackSparrow conectado al adsl por cable, mi móvil por wifi y no sé si alguna cosa más ... craccccssss. Y al principio pensamos que había sido un foco, porque hubo fogonazo y todo. Pero luego resultó que los focos seguían funcionando, y lo que ya no tenía lucecitas era el router. Y olía un poquito a quemado.

Harry cogió un móvil y llamó a la compañía roja para dar parte de la avería. Lo que siempre acaba con mi paciencia porque yo soy la titular de la línea y Harry no se sabe ni mi DNI, ni mi número de móvil, ni mi fecha de nacimiento, ... Y tengo que ir cantándole todos los números que parezco un binguero. Pero si llamo yo, el teleoperador también acaba con mi paciencia. Y como mi hermana está trabajando en el sector, me tiene prohibido insultarles. A Harry le puedo insultar, mi hermana me ha dado permiso.

En la compañía roja nos dijeron que no había problema porque nos mandaban ipso-facto un router nuevo. Bueno, como era domingo no iba a ser tan ipso-facto, pero iba a ser rápido. También nos dijeron que nos iban a redireccionar todas las llamadas a mi móvil sin coste alguno.

Unas horas después mi madre me llamó al móvil y me preguntó desde cuándo teníamos contestador en el teléfono fijo. Parece que el redireccionamiento ese no iba muy bien. Pensamos que igual era una cuestión de tiempo, que se solucionaría pronto.

Al día siguiente (lunes) llamé al teléfono fijo de casa y seguía saltando un contestador. Así que Harry volvió a llamar a la compañía roja ... y yo le canté todos mis datos. Que sí, que lo iban a arreglar y que para ya mismo, a las 12 de la noche exactamente, se activaba el redireccionamiento. Pero a las 00:37 me llegó un SMS diciendo que "Seguimos trabajando en la resolución de su incidencia. Le informaremos cuando haya sido resuelta". A las 6:41 del martes me llegó exactamente el mismo SMS. Eso es que aún estaban trabajando y no había sido resuelta.

El martes a media mañana me llamaron al móvil. Era el transportista de mi nuevo router. Que a ver si estaba en casa. Qué cachondos son los transportistas, en serio. Alucinan pepinillos si les dices que no hay nadie en casa por las mañanas. Y mira que por las tardes sí que estoy, que ya me parece la leche. Pero es que por las tardes les pilla fatal, porque hacen el reparto de otra zona. Que si no va a haber nadie ninguna mañana. Bueno, los miércoles está la chica que limpia. Ah, vale, pues pasan el miércoles. Entre las 9 y las 13. Posiblemente antes de las 12. Seguro que son puntuales, se les nota que se toman los horarios muy en serio.

Continuará...

jueves, 2 de junio de 2011

Soy un pato, cuac cuac

Estoy sentada en mi mesa de la oficina, tomándome mi medio litro de café de las mañanas mientras leo... no sé, un blog, twitter o algo así. Concentradísma, vamos. De repente noto algo en la pierna. Como si hubiese algo bajo la mesa, por ejemplo mi perro (que está en casa), un compañero con problemas de personalidad (hay para elegir), o algo. Sé que no hay nada, pero me da un repeluco. Con el escalofrío, me tiro parte del café por encima. No me quemo porque siempre lo pido templado. Soy torpe pero no (tan) tonta.

Cocino arroz con setas. Cuezo el arroz en una cazuela. En una sartén muy grande frío ajos, cebolla, setas.. No os puedo contar más, es mi receta super secreta. En ese momento me interrumpen con alguna cosa importante y vital, como ayudar a Harry a buscar su móvil, sus llaves, su cabeza... El caso es que cuando vuelvo se me ha pegado un poco el refrito. Saco de la sartén inicial (A) lo que no está pegado y lo pongo en una sartén limpia (B). En la sartén A echo agua y un poco de detergente y lo pongo al fuego bajo, para que se suelte. Cuando el arroz está hervido, lo cuelo para quitar el agua y lo incorporo al refrito que está en la sartén... Mierda. Tengo que hervir más arroz.

Yo uso un sistema complejo para el azúcar. Tengo el paquete de azúcar que me venden en la tienda, el de papel que usa todo quisque. Y tengo un bote grande de azúcar en el que me cabe todo el paquete de papel. Así nunca tengo una paquete de papel a medias, con el riesgo de eso conllevaría en mis manos. Luego uso también un azucarero, en el que cabe el azúcar que necesito para varios días. Cuando relleno el azucarero, siempre (pero siempre, siempre, siempre) muevo primero el azúcar del bote grande con la cucharita del azucarero para que el azúcar esté sueltito. Luego inclino el bote grande encima del azucarero para que el azúcar caiga poquito a poco. Pero casi siempre queda un super-grumo de azúcar enorme que cae de repente y desborda el azucarero. Me paso todo el día oyendo crac-crac-crac cuando piso por la zona. Aunque pase la escoba, la aspiradora, una bayeta mojada y la lengua del perro. Sigue haciendo crac-crac-crac.

miércoles, 1 de junio de 2011

Viaje de estudios

En mi época se estudiaba en el colegio hasta octavo de EGB. Y en ese curso se hacía el viaje de estudios. Cuando me tocó a mí, a mediados de los ochenta, todavía era la época en la que los críos no daban miedo. Mi generación es esa en la que te decían "te va a reñir el señor" para que te comportases correctamente. El señor era el camarero y lo único que habías hecho para merecer esa amenaza era ponerte de rodillas en la silla de la cafetería. Había algún cafre, evidentemente, siempre los hay. Pero si a los más brutos de mi clase de entonces los metiesen ahora en una clase de segundo de ESO, pedirían asilo político.

Todos los años los alumnos hacíamos un montón de actividades para conseguir fondos para el viaje de estudios. Desde pasar películas en el gimnasio del colegio, hasta vender lacitos roji-blancos en la entrada de San Mamés los días que jugaba el Athletic. No se sacaba gran cosa, los padres tenían que acoquinar casi todo el importe. Y mi cole era un cole modesto, en un barrio obrero. Casi todos los padres trabajaban en la industria de la zona y ya había empezado la "reconversión" que cerró muchas de las fábricas.

Mi familia estaba muy implicada en el colegio. Tanto mi padre como alguno de mis tíos se encargaban de entrenar a los equipos de futbito, mi madre participaba en la organización de la fiesta de fin de curso... Ese tipo de cosas.

Cuando hubo que buscar acompañantes para el viaje de estudios, uno de los profesores se presentó voluntario, pero pidió que le acompañasen al menos dos padres. Esos dos padres fueron el mío y el de mi primo M. Yupi. La primera vez que iba a viajar fuera de casa y me acompañaban mi padre y mi tío. Me iba a desmelenar menos que la reina Sofía en una recepción oficial.

Antes de salir de viaje, mi madre me leyó la cartilla varias veces. Tienes que portarte mejor que nunca. Obedece a todo lo que te digan. Da ejemplo. Ayuda a tu padre y a tu tío en todo lo que puedas. Es mucha responsabilidad la que han asumido. Lo han hecho por vosotros, porque si no, se suspendía el viaje.

Mi padre y mi tío son bastante enrollados, la verdad. Ni yo, ni mi primo M, ni mi primo I, ni mi prima A (todos íbamos al viaje), ni ningún otro compañero puede decir que fuesen demasiado estrictos. Teníamos 13-14 años y nos dejaron bastante manga ancha. Tampoco es que fuésemos muy terribles, ya lo he dicho al principio, ni al más burro se le ocurría contestar a un padre cuando se ponía serio.

Una de las noches andábamos correteando por los pasillos del hotel, de habitación en habitación. Al ir a entrar en la habitación de unas compañeras, la puerta estaba cerrada. Llamamos a la puerta repetidas veces porque se oía gente dentro. Chicos y chicas. Finalmente un compañero abrió y dijo "No podíamos abrir porque a E le estaban metiendo mano". Jajaja.

Yo no sabía muy bien qué era eso de meter mano, pero había oído la expresión en algún sitio y sabía que era algo de mayores. Además, la idea era de lo más ridículo porque se trataba de E. No era muy popular porque era de esas empollonas que estudian un montón. Yo sacaba buenas notas sin esfuerzo y no le daba importancia. Pero E estudiaba mucho y te decía cosas como "ya he empezado a estudiar para el examen de la semana que viene". No era normal. Además, su madre era un coñazo de mujer. Avergonzaba a E en público y se chivaba a tu madre si te veía haciendo algo que le parecía incorrecto. Una cruz para tenerla como madre, como vecina o incluso como compatriota. Qué horror de mujer.

El viaje de estudios se acabó. Unos días después mi madre subió a casa, vino como un miura hacia mí y me preguntó si yo había dicho que a E le habían metido mano en el viaje. Yo no sabía muy bien cual era el problema. Era evidente que era mentira, una broma tonta. Pero mi madre se lo estaba tomando muy en serio. La que me cayó fue de órdago. Creo que me castigaron un año sin salir o algo por el estilo.

La madre de E había convocado a las madres del barrio y había dicho que iba a pedir responsabilidades porque habían difamado a su hija. Se hablaba de perder el honor, de mancillar el nombre, de... Era la primera vez que yo pensaba en nosotras como mujeres con honor y con un nombre que mancillar. De momento ni siquiera teníamos mucho cuidado al sentarnos con falda. Éramos unas crías. Sabíamos de dónde venían los niños pero pensábamos que besar a un chico era lo más lejos que llegabas antes de casarte. Flipaba en colores. Y también tenía muchísimo miedo. La cosa se estaba saliendo de madre a toda velocidad.

Hubo una reunión en el colegio. En una mesa enorme estaban sentados la directora, los profesores de mi curso, mi padre, mi tío, E, la madre de E, ... También estábamos algunos alumnos, para "declarar". Yo tuve que contar lo que había visto y oído. Fue acojonante.

Al final salió a la luz que en esa habitación estaban jugando a verdad-o-consecuencia, osea, el famoso juego de la botella. Y lo único que había hecho E era darle un beso a un compañero. Un beso en la cara. Pero le daba tanta vergüenza que mandó cerrar la puerta.

Eso era todo.

A mí me levantaron el castigo. A mi padre y mi tío no les pasó nada, a pesar de que la madre de E pedía que asumiesen que no nos habían cuidado debidamente, puesto que habían dejado que su hija jugase a verdad-o-consecuencia con chicos en una habitación cerrada.

A E le castigaron sin salir muchísimo tiempo. Estoy segura de que también hubo castigo físico. A la pobre no le ha ido muy bien en su vida. Yo he olvidado muchos de los detalles de la historia. Seguro que ella no.

PD: el viaje de estudios de Misia fue mucho más gracioso :-)