martes, 29 de noviembre de 2011

Mis Superpoderes

Estos son los superpoderes que me tocaron. No son los que yo habría elegido si alguien me hubiese preguntado. Pero ¿a ti te preguntaron? A mí, no. Me tocaron y hago lo que puedo para llevar una vida medio normal a pesar de ellos. Algunos días los consigo. Otros, no tanto.

Superpoder #1 - Flotabilidad
Para mí, tumbarme boca arriba en el agua es tan cómodo (o más!) como tumbarme en una cama. Puedo hacerme un ovillo, ponerme las manos detrás de la cabeza, o levantar una pierna. Y aún así, floto. Puedo estar flotando en el agua y mi hijo se sube a horcajadas encima mío. Y aún así, floto. Es todo un superpoder que puede que, algún día, me sirva para algo. De momento no le encuentro más utilidad que hacerle de yate al Peque. Que no es gran cosa, la verdad.

Superpoder #2 - Más sensible que el mercurio
Puedo adivinar la temperatura que hace en la calle, o en una habitación. Con un margen de error de menos de 2ºC.
Y recientemente he descubierto que puedo tocar tu frente con mis labios y saber si tienes menos de 37º, entre 37º y 38º, o más de 38º. Esto último no lo sabía hasta que me convertí en madre. Y yo creía que era un superpoder que tenían todas las madres, pero me dicen que no. Que algunas lo simulan, pero no tantas lo poseen realmente.

Superpoder #3 - Más fiable que un nivel de infrarrojos
Puedo saber si dos líneas son paralelas, perpendiculares o todo lo contrario. Juré y perjuré que la chimenea estaba torcida y nadie me creía. Hasta que los obligué a comprobarlo. Puedo colocar un cuadro centrado en una pared y paralelo al techo, sin necesidad de medir. Siempre y cuando la pared sea un rectángulo, claro. En mi piso de soltera, de más de 50 años de antigüedad, los cuadros eran paralelos al techo o al suelo. A las dos cosas, imposible. Me resultaba muy inquietante.

Superpoder #4 - Más exacta que un reloj
Ya lo he contado por aquí, que sé la hora que es sin mirar el reloj. Esto cada vez se me da peor, creo que estoy perdiendo el superpoder por culpa de la diferencia horaria entre Euskadi y Galicia.

Lo mismo soy un ciborg, no? Un ciborg de corcho!

martes, 22 de noviembre de 2011

La fieshta de la democracia

Para poder afrontar con serenidad los resultados electorales y no bebernos todas las existencias de crema de orujo de la provincia, el domingo Harry y yo tuvimos un brainstorming sobre cómo mejoraríamos el sistema electoral si pudiésemos. Y se nos ocurrieron varias ideas.

Como el blog es mío y él ni lo lee, voy a contar las que me gustaron a mí y algunas de las suyas ni las voy a mencionar. Si le molesta, puede abrirse un blog y contar lo que quiera. Prometo, incluso, enlazarle.

Al tajo:

- Circunscripción única.
Vale, esto ya lo entiende todo el mundo, que está la red petada de artículos al respecto. Una cosa os voy a decir: no hagáis caso de las páginas que intentan adivinar cómo estaría formado el congreso si se aplicase la circunscripción única a los votos del otro día. Porque los votos que se recogieron el otro día estaban condicionados por el hecho de que no la había. ¿Queréis un ejemplo? Yo no pude votar a Amaiur. Ni a coalición canaria, vaya.

- Porcentajes mínimos coherentes.
Hay 350 diputados. Con 1/350 de los votos, deberías tener un diputado. Eso es menos del 0,3% de los votos. Y estamos eliminando los partidos que obtienen menos del 3%. ¿Tiene sentido? No, a menos que seas demasiado vago para realizar el cálculo con todos los partidos participantes y quieras ahorrarte trabajo.

Vamos, que no.

- Ley D'hont.
La ley esa, osea, el método de cálculo, no es perfecto pero tampoco es que sea demasiado malo. Si obtenemos el resto de mejoras, podríamos dejarla como está, por no marear mucho y tal.

- Voto blanco = voto tonto.
Muy bien, eres de los que piensa que hay que votar. Así que te vistes, sales de casa (por ese orden) y te acercas al colegio electoral y votas para decir que no tienes opinión. Quédate en tu casa. Los votos blancos deberían tirarse a la basura. No deberían contabilizarse para nada. Son abstenciones.

- Voto nulo = voto inválido.
Si metes una loncha chorizo es lo mismo que si metes 2 papeletas por error. No puede distinguirse una cosa de otra. No puedes contar el voto nulo y decir que es de gente descontenta. Porque también estás contando los votos de la gente que es demasiado lers como para saber meter una papeleta en el sobre. No deberían contabilizarse para nada.

- Voto de censura.
Una papeleta para decir que el sistema es una mierda y que hay que cambiarlo. Se contabiliza como si se tratase de un partido. Y si obtiene 30 escaños (por decir algo) esos 30 puestos quedan vacíos. Si son muchos, el sistema dejará de funcionar y habrá que revisarlo.

- Voto en contra.
Si no sabes a quién votar, pero sabes que de ninguna de las maneras quieres que gane uno en concreto, le das tu voto en contra. Los votos en contra contrarrestan los votos a favor.

- Edad mínima y edad máxima.
Estas van a ser las modificaciones menos populares de todas. Lo sabemos pero nos da igual. Yo voté el mismo día que cumplí 18 años. Al Parlamento Europeo, osea, que tampoco es que fuesen unas elecciones muy importantes ni nada, pero voté. Recuerdo perfectamente a quién voté y porqué. Pero que yo fuese una tía madura y responsable (juas) no significa que la mayoría de las chonis de 18 lo sean. Yo subiría la edad mínima a 21 años. Por si acaso.

Y en cuanto a la edad máxima... evidentemente tiene que haberla. Es una vergüenza que mi abuela, de 90 años, que muchos días no sabe si está casada o anda todavía con novio, pueda votar si alguien la lleva hasta la urna. Yo la pondría en 67 años, pero podemos aceptar subirla hasta 70. Por si acaso, también.

- Examen de madurez.
En este punto no nos ponemos de acuerdo Harry y yo. Él quiere un examen de mínimos, pero yo no me fío de los examinadores. Mi suegro no ve un pimiento y el médico que le examina para el carnet de conducir le dice todos los años "bueeeno, pero sabes que tienes que mirarte la vista". Le conoce de toda la vida y le sigue sellando el permiso. Es una puta vergüenza.

He visto que por aquí se montan autobuses que recogen a la gente (y a los ancianos en los asilos) y los llevan a votar. Cuando bajan del autobús, frente al colegio electoral, les dan un bocadillo y un sobre con el voto. Es ilegal, y se puede denunciar, pero nadie lo hace.

No se me ocurre ningún sistema fiable para examinar y evaluar a la gente, sin que dependa del criterio de algunas personas sobornables. Así que creo que examinar por examinar es tontería. Mejor no nos gastamos pasta en este tema.

- Programas electorales vinculantes
El programa electoral debe publicarse en todos los idiomas oficiales del estado y será vinculante. Los partidos tendrán que ajustarse a sus promesas y no podrán votar en contra de ellas durante la legislatura.

Habrá un portal en internet en el que se publicarán dichos programas. En la televisión pública todos los partidos tendrán un tiempo para poder dar a conocer y explicar su programa. Se podrá solicitar una copia en papel mediante una llamada telefónica.

Si un partido quiere montar un dispositivo para dar a conocer su programa, responder las preguntas de los electores o colgar sus fotos familiares, lo tendrán que financiar con su propio dinero.

- Campaña electoral respetuosa
Los mítines públicos multitudinarios están prohibidos durante la campaña electoral. Los asistentes van a votarte. Los que no van a votarte, no van a ir a un mítin para informarse.

No puedes empapelar la ciudad con fotografías de los políticos. En general, son bastante feos.

La televisión pública organizará varios debates para que todos los candidatos que lo deseen puedan participar. En cada debate participarán un máximo de 5 candidatos y un mínimo de 3. Los debates a dos bandas fomentan la idea de que el bipartidismo es la única opción posible.

Este post me está quedando demasiado largo y demasiado serio. Pondría dibujos de gnomos, pero no sé dibujar. Una lástima.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sector primario

Estas dos fotos están sacadas en el mismo escaparate, en una tienda de "productos para el campo". Es lo que tiene vivir en Rusticolandia.



No me digáis que no es curioso que los pavos tomen el sol. El hecho de que la empresa sea de Zaragoza explica que los pavos ya se hayan puesto morenos en mayo. En Coruña eso no pasa. Ya te digo yo que no.


Este anuncio es... menos profesional. Tuve que leerlo varias veces para entender a qué perros se referían. Luego me arranqué los ojos, los lavé con lejía, y me los volví a poner. Ahora, una cosa te voy a decir, están muy bien de precio. Si a alguien le interesa el número de teléfono, que me lo pida. Lo he tapado por si os daba por llamar y echar unas risas. Ah, ¿que no se os había ocurrido? No, claro, a mí tampoco.

Lo peor de este anuncio es que (y se ve en la foto si te fijas bien) hicieron un montón de copias y las colocaron en muchos comercios de la zona. En la consulta del veterinario tienen uno. Sí, uno igual. Igual 100%. Creo que al mismo precio.

martes, 15 de noviembre de 2011

Miedo escénico

Cuando actualizas el blog varias veces a la semana, cualquier tema da para una entrada. De cualquier anécdota tonta sacas un post bastante apañado y publicas. Pero si solo actualizas una vez al mes (o incluso menos) no te apetece publicar cualquier cosa. Quieres que sea algo que justifique que tus lectores sigan teniendo tu blog enlazado a pesar de que escribes de Pascuas a Ramos. Y según va pasando el tiempo, el listón sigue subiendo hasta que te planteas cerrar el blog porque no estás a la altura.

Ya ves tú. Qué chorrada. ¿No?

Y el caso es que tengo montones de ideas para nuevas entradas. Montones.

Quiero abrir una sección de Bruconsejos. Podría titularla "Errores de mi vida" y contaros todas las veces que he tomado una decisión errónea, con la sana intención de que escarmentéis en cabeza ajena. Puede que incluso, a veces, pudiese incluir una historia en la que acerté y me decidí por algo y salió bien.

También intento llevar un registro de los libros que leo, las series que veo, las pelis que empiezo a ver (casi nunca las acabo, por diversos motivos) para luego publicar entradas con esa información. Llevo meses apuntando todo eso.

Estoy animada a contaros historias de mi vida como madrastra. Algo como un Madrasternity. Y es que Blancanieves tiene ya 12 años, y si ya es difícil ser la madre de una adolescente, no podéis imaginaros las tribulaciones que vive la madrastra de una adolescente.

Y también me gustaría escribir más ficción. Abrí la etiqueta de películas y ahí se quedó, con dos bobadas. Mi intención era que creciese bastante más.

Así que esta entrada tontorrona es para ver si rompo el bloqueo y me da menos miedo escribir la siguiente. Ahora que he bajado el listón hasta el suelo, me veo capaz de mejorarlo.