jueves, 15 de diciembre de 2011

Un pueblo pintoresco

Cuando conocí a Harry estaba separado y vivía en un pueblo de Orense. Él no es de ese pueblo, es de la capital, pero su ex-mujer sí. Y Blancanieves aún vive allí, con su madre. Harry se mudó cuando estaba casado, y ahí seguía. No es que le gustase mucho, pero tenía a su hija cerca y tampoco tenía motivos vitales por los que irse.

Es un pueblo en el que la actividad de la mayoría de sus habitantes depende de las canteras de pizarra. Es un sector duro donde nadie ha oído hablar de convenios. Se trabajan muchas horas, se libra un sábado al mes, se tienen las vacaciones que la empresa decide, los desplazamientos hasta el trabajo son en un todoterreno por el monte nevado,... Es duro. Pero no hace falta cualificación, y se gana mucha pasta con las horas extras. El caldo de cultivo perfecto para que abunden los cretinos.

En ese pueblo, los habitantes están ridículamente orgullosos de sí mismos. Se creen que son una ciudad, posiblemente porque son el pueblo más grande de la zona. Se creen que no tienen un problema excesivo con las drogas, porque se comparan con Madrid o Barcelona y dicen que de eso hay en todos los sitios. Se creen que no hace falta salir de allí para nada, aunque las tiendas venden ropa totalmente desfasada a precios excesivos.

Pero en el pueblo el negocio más próspero no es una cantera de pizarra: es el puticlub. Es tan próspero que ha acabado con todos los intentos de abrir otro que le haga la competencia. Este tema ha sido algo totalmente nuevo para mí, y me tiene francamente fascinada. La normalidad con la que se vive en el pueblo el tema de la prostitución, tanto su propia existencia como su consumo habitual, me deja pasmada.

Los trabajadores de la pizarra del pueblo cobran normalmente a día 15. El viernes después del 15 el puti está a rebosar. ¿Recordáis que os he contado que solo se libra un sábado al mes? El tercero. Que suele coincidir con el sábado después del viernes de puti. Ese viernes hay cola. Me refiero a que hay que esperar a que la profesional de su elección acabe un servicio y cambie las sábanas (por Dior, espero que las cambien!) para poder entrar el siguiente.

Allí los cumpleaños de los jóvenes, las fiestas de navidad de las empresas, y en general casi todos los días festivos, se empiezan y/o acaban en el puti.

Harry conoce algunos hombres, muchos de ellos jóvenes y no demasido feos, que son totalmente adictos. Un chico que le pedía que le guardase la cartera para no consumir. Y luego le suplicaba que se la devolviese. Otros que tenían casi 30 años y que no sabían lo que era f*ll*r sin pagar. Otros que se iban al puti con su yerno. Habéis leído bien: con su yerno. Con el marido de su hija. Otros que tenían una mujer en casa de las de quitar el hipo, pero iban de p*t*s igualmente.

Pero lo más flipante de todo (al menos para mí) es que alguno de esos clientes habituales acaban liados con las chicas. Las convierten en su novia, las llevan del brazo de paseo el domingo por el pueblo, a pesar de que saben que sus vecinos la visitaron el sábado noche. Y cuando la cosa dura un poco, pagan la "fianza" al dueño del puti y se casan con ella.

Esos hombres solo buscan alguien que se encargue de su casa, que les haga compañía, que quizás les de un hijo. Y ellas solo buscan salir de esa vida. El sistema funciona, por lo que yo he podido comprobar.

Lo que no entiendo es como, las mujeres de ese pueblo, pueden hacer ojos y oídos sordos a la situación. Porque la dichosa frase de "si es pagando no son cuernos" me parece alucinante. O tal vez piensen que sus novios/maridos son los únicos del pueblo que no consumen. Al fin y al cabo, yo también pienso que mi marido (entonces novio) es de los pocos del pueblo que podían decir que nunca habían pagado por sexo. Hasta me lo creo cuando me cuenta que había compañeros de trabajo que le criticaban por decirlo, y le decían que tampoco es tan guapo como para presumir tanto.

Pero claro, es que yo le veo muy guapo.

¿Os he contado que ahora Harry sí que lee el blog? Pero eso no tiene nada que ver con la última frase. Me ha salido espontánea y no me sentido para nada coaccionada a escribirla.

5 comentarios:

Gaearon dijo...

El puti ese me resulta como una especie de multiusos-casa de cultura-centro social municipal. Igual hasta recibe fondos púbicos y todo.
Digo, públicos.

Bicos mil.

Lo que diga el espantapájaros dijo...

Joder!! Ese pueblo es la leche!! Tremendo lo de las drogas en Galicia, no? Aquí gallego es sinónimo de traficante casi. Aunque, la verdad, estamos buenos para hablar con lo que entra aquí por la costa... Cómo era? Gallegos y asturianos primos qué??

Respecto a lo de las putas, pues sí, es flipante. Pero en realidad creo que en ese pueblo no hacen nada muy distinto de lo que se hace en otros. La carretera vieja (la no autopista quiero decir) de Avilés a Gijón -yo vivo por el medio- está repleta de puticlubs y a diario están llenos.

Y también conozco a bastantes (mis hermanos tienen una pandilla enorme) que solo follan pagando. Y muchos también -como tú dices- que, teniendo novias y mujeres de lo más dignas, van de putas. Incluso uno que se llevó una al hotel en su despedida de soltero. La verdad es que me da muchísimo asco ese tipo de gente.

Molan las historias de ese pueblo. Cuenta más, cuenta más! Jejeje.

Y cómo es que Harry ahora te lee??

Bruja Naranja dijo...

Gaeron: no creo que con la gran clientela que tiene, necesite de financiación pública. Pero tampoco voy a poner la mano en el fuego por el ayuntamiento de ese sitio!

Espanta: Harry me lee porque tiene mucho tiempo desde que está en el paro otra vez :(

Sonix dijo...

Oh, antes de nada, siento que esté en el paro, una putada enorme. :(
Y lo del puti, madre mía... parece mentira que a estas alturas aún haya mujeres que permitan eso. Y la teoría de que si es pagando no son cuernos, ¿de verdad alguien la aplicará a su vida? Uff.
Vamos, que cada cual haga lo que quiera con su vida, pero me parece fatal cuando hay terceros de por medio. Y lo de los chicos jóvenes que pagan por sexo, pues supongo que también es consecuencia de cierta estrechez de miras, por ser un pueblo de la Galicia profunda y tal.
No sé por qué, estas historias de pueblo me recuerdan a mi pueblo natal. :/

Bruja Naranja dijo...

Sonix: que te había dejado sin contestación! Me pillaron las vacaciones por medio.
Yo soy de ciudad y flipo mucho, pensando que esas cosas ya no pasan, pero en los pueblos el tiempo pasa más lentamente, para lo bueno y para lo malo. Creo que todos los pueblos tienen eso en común :-)