martes, 10 de noviembre de 2009

Vidas paralelas

Hay una mujer que se llama como yo (nombre y primer apellido). Vive en Donosti (San Sebastián) y también ha tenido un hijo este año. Que por qué lo sé? Porque me llegan sus emails. Debe de tener una dirección parecida a la mía y... o bien se equivoca al dársela a sus contactos, o bien sus contactos se equivocan al escribirla.

O bien lo hace a propósito cuando quiere librarse de alguien. Como cuando alguien te pedía el número de teléfono antes de la existencia de los móviles. Dabas uno inventado en vez de explicarle al plasta de turno que no tenías ninguna intención de mantener ninguna relación con él... ni siquiera por teléfono. Ahora el tema debe ser mucho más complicado. Porque según se lo estás dando lo escriben en su móvil, le dan a llamar y te dicen "así te queda una perdida y tienes el mío". Si tu móvil no empieza a sonar... ahí es cuando no te queda otra que ponerte borde... digo... sincera.

Hoy he recibido un email de una piscina de Donosti que le daba a mi tocaya información sobre los cursos de natación para bebés. He tardado un rato en darme cuenta de que el correo no era para mí, porque este mismo sábado yo pregunté en la piscina de Gaitabilich por esos mismos cursos. Luego he pensado que es poco menos que imposible que la piscina de Gaitabilich me contestase con un email. La posibilidad de hacer gestiones por email en Gaitabilich es prácticamente nula. Aunque esto es extensible, por desgracia, a todo Galicia. Pero de eso hablaremos otro día.

Es curioso que haya alguien con mi mismo nombre y apellido. No tengo un nombre corriente. Es un nombre en euskera y no es de los habituales. No como mi hermano, que desde que hay un portero del Madrid que comparte nombre con él ya no tiene que deletrearlo cuando sale de Euskadi. El mío es menos oído. Aunque ahora hay una serie de televisión vasca, que se emite en un canal estatal y en la que hay un personaje con mi nombre. Pero no tiene mucha audiencia, así que sigo deletreando cuando no estoy en Euskadi. Que en mi caso es el 99% del tiempo, claro.

Lo que ya es mucha casualidad es que esa mujer, tocaya mía, haya sido madre este año, más o menos por las mismas fechas que yo. De un niño, para más coincidencia.

Y lo que ya raya en lo surrealista (¿¿¿por qué el corrector ortográfico de Google no conoce esta palabra???) es que también le apunte a clases de natación.

No he conseguido contactar con mi tocaya. Lo he intentado, que conste. Siempre contesto a los emails que me llegan por error. Incluso hubo una vez que tuve que lidiar con un tío que no acababa de creerse que estaba escribiendo a la persona equivocada. Insistía e insistía en darme referencias porque pensaba que yo no me acordaba de él. Creo que a ese al final le puse en la lista de contactos "nodeseados". Se me acabó la paciencia. Ahí fue cuando empecé a pensar que mi tocaya lo hacía a propósito. Parecía de esos tíos a los que le dabas un número de teléfono falso.

Pero por muy irritante que fuese aquel hombre, fue mucho peor lo que le pasó a mi medio limón (marido suena taaaan burgués) con un tocayo. Leyendo un domingo La Voz de Galicia tuvo un susto terrible. Tengo que decir que yo no conozco otro periódico en el que se publiquen nombres completos para contar las noticias. Me parece innecesario además de peligroso. En esta ocasión, daban cuenta de como un hombre, ourensano como él, de la misma edad que él, divorciado (era su estado civil en aquel momento), con una hija de la que la ex-mujer tenía la custodia (coincidía también) había sido sentenciado a pagar una indemnización sustanciosa a su ex-mujer en concepto de atrasos en el pago de la pensión. El nombre y el primer apellido coincidían. El pobre llamó a su abogada (era domingo por la tarde, como digo) a punto de darle un patatús, para preguntar si la noticia se refería a él. No era así, evidentemente. Pero supongo que hubo personas que leyeron la noticia ese domingo y creyeron que sí lo era. Puede que incluso su ex-mujer hiciese una lista de cosas que se iba a comprar con ese dinero. Je, je, je.

Hace algunas semanas estuve en Portugalete con el niño, se puso malo y lo llevé al médico. Tenían problemas para darme cita porque cuando metían su nombre y dos apellidos les salía otra persona y la funcionaria de turno no sabía cómo indicar que no era él. Otro día hablaremos del servicio de salud vasco ... y del gallego.

En Gaitabilich, que yo sepa, no hay nadie que se llame como él. Le hemos puesto un nombre en euskera. Pero cuando ya lo teníamos elegido nos enteramos de que también lo utilizaban en una serie de televisión. Y esta sí que tiene audiencia, por lo visto. Me han dicho que ha ganado un Ondas o algo así. A ver cuántos hay con su nombre dentro de unos meses...

Tocaya! Espero que lo pases muy bien con tu peque en la piscina. A ver si un día quedamos y chapoteamos los cuatro juntos.

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