viernes, 11 de diciembre de 2009

El poder notarial

Hoy toca hablar del poder de los notarios, osea, del poder notarial. Y es que llevo ya dos semanas metida en una disputa entre dos notarios, uno en Euskadi y otro en Galicia. Iba a decir "uno vasco y otro gallego", pero vete tú a saber si no serán los dos madrileños, a pesar de los nombres y apellidos autóctonos.

Empecemos por el principio. Hace unos meses compramos una finca para construir en ella una vivienda. No trataba de especular aprovechando el crack inmobiliario, sino que realmente dicha vivienda debería ser la nuestra en cuanto esté acabada. O si algún día está acabada (sic).

El hombre que nos vendía la finca la había heredado de su madre. Para demostrarlo nos entrega una copia de la escritura que describe cómo se repartió la herencia entre él y su hermano. Pero la finca no está registrada. Esto no es, en absoluto, algo fuera de lo común, al menos aquí. Como yo antes vivía en un núcleo urbano no tengo ni idea de si en las campiñas vascas las fincas están registradas o no, pero nosotros vimos muchas fincas por aquí y la mayoría estaban sin registrar. El propietario nos propone saltarnos ese trámite para ahorrarse el coste, pero nosotros insistimos en que debe registrar la finca. Acepta, y de paso pone la finca también a nombre de su mujer. Tarda bastante más de lo que se había previsto (dos meses en vez de uno), pero todo parece en orden.

Algún tiempo después, solicitamos una hipoteca para construir la casa. El banco realiza una verificación registral y se encuentra con que la inmatriculación (osea, la primera inscripción registral) no será efectiva hasta que pasen dos años (artículos 205 y 207 de la ley hipotecaria). Durante esos dos años podría darse el caso de que alguien reclame la finca y tenga derecho a ella.

En el momento en que me lo comunicaron yo iba corriendo (bueno, vale, va... caminaba rapidito) por las calles de Coruña pero frené en seco, boqueé como un pez y casi se me cayó el móvil.

El banco nos exige que aportemos un aval durante el tiempo que esa limitación esté vigente. Insiste en que es un mero trámite necesario por motivos legales. Incluso lo denomina "paripé". Un aval. Qué mal rollo. Pero no queda más remedio.

Mi hermana se ofrece voluntaria para avalarnos. Como dice ella, pobre, si la embargan tampoco habrá mucho qué rascar. Pero ella está en Portugalete y no puede firmar la hipoteca en Galicia. Así que tiene que darme poderes para que firme yo por ella. Es un trámite bastante fácil, yo misma tuve que darle poderes notariales a mi madre cuando vendí mi piso de Portugalete, para no tener que desplazarme hasta allá a firmar.

Me pongo en contacto con una notaría de Portugalete y les cuento el caso. Me dan una dirección de email para que les mande la información y la documentación. Les escribo y les explico que en el poder tiene que especificarse que mi hermana nos avalará en una hipoteca
de hasta X euros, una cifra redonda.

Esa cifra redonda es lo que habíamos pedido pero, como nos tasaron un poco chungamente, el banco nos daba el 80% de esa tasación chunga, es decir un poco menos de X.

Un par de días después, mi hermana pasa por la notaría y firma. Me envían el poder notarial por correo certificado y se queda en la oficina de Correos de Gaitabilich hasta el fin de semana, porque abren de 8:30 a 14:30 y yo estoy en Gaitabilich de 8:05 a 14:45.

Cuando lo recojo me doy cuenta de que el poder notarial dice que mi hermana nos va a avalar en una hipoteca
de X euros. Pienso: pues va a ser que si nos avala en X, también nos avala en algo menos. Será que así también vale.

Unos días después nos vamos al notario a firmar las escrituras y nos dicen que hay dos problemas.

El primero es que según el catastro la finca mide A, según nuestra escritura de compra mide más que A y según el proyecto de la arquitecta, el topógrafo midió menos que A. Pero este problema no les preocupa mucho.

El segundo problema es que el poder notarial habla de la hipoteca de X euros. Y que el notario dice que no le vale. Y este tema les preocupa mucho más.

Intentamos convencerle, tanto nosotros como el director del banco que estaba allí con nosotros. Tres horas estuvimos en la notaría. Tuve que llamar a la guardería y avisar de que iba a llegar tarde a recoger al peque.

Me he pasado dos semanas intentando que el notario de Portugalete corrigiese un problema según él inexistente (insisten en que el poder original era válido). Acabo de llamar a la notaría de aquí y por fin tienen el documento corregido y parece que finalmente se va a poder tramitar todo el asunto.

No puedo decir quién de los dos notarios tiene razón. Realmente puedo imaginarme que la ley es ambigua al respecto y que depende de la interpretación de cada cual. Pero en esta contienda los perjudicados hemos sido los clientes. Yo me he pasado mucho tiempo colgada del teléfono (además del que pasé en la notaría) y mi hermana ha tenido que desplazarse dos veces a firmar. Teniendo en cuenta que por hacernos el poder notarial nos cobraron 42,58 euros y que por escriturar la hipoteca nos van a cobrar bastante más - todavía no sé por cuánto me va a salir la broma - voy a ir animando a mi hijo a que estudie para notario.

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