miércoles, 10 de marzo de 2010

¡Qué oportuno!

Ya sabéis (y si no, lo sabréis a partir de ahora) que tenemos una canguro para emergencias. Osea, la llamamos cuando el Peque no puede ir a la guarde. La canguro cobra una tarifa mínima mensual por estar disponible, además de cobrar por día trabajado.

Bueno, tenía una canguro muy maja a la que tuve que despedir porque cobraba la tarifa mínima pero luego nunca estaba disponible. Ahora me vuelve la cabeza cuando me ve. Debe ser que soy una jefa muy exigente y se siente explotada.

Ahora tengo otra. No te lo pierdas: es vasca y vive en Gaitabilich. Si es que...

En fin, que la semana pasada me avisó que esta semana se iba a la tierra, que operaban a su padre. Como los míos estaba por aquí pensé "bueno, si el Peque está malo, mis padres no se van". Y de hecho, se iban a ir el sábado y les hice quedarse hasta el lunes para estar segura de que el Peque se recuperaba de un catarro mal curado que ya le dura varios meses. Pero el finde lo pasó muy bien y mis padres se fueron el lunes.

Bueno, pues el martes voy a despertar al Peque para ir a la guarde y tenía fiebre. Ala, qué bien. Tuve que cogerme un día de vacaciones para quedarme en casa cuidándolo. El miércoles (hoy) seguía con fiebre. A urgencias. Y Harry se ha quedado hoy con él en casa y yo he venido al curro. Tengo un sueño que me caigo y estoy preocupada, pero aquí estoy.

Total, para no hacer casi nada, porque algunos de mis compañeros de trabajo han tocado el código que no debían y no funciona nada.

Pero no pasa nada, hoy se viene mi suegra a quedarse en casa el resto de la semana y así podremos irnos los dos al trabajo.

Ay.




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