lunes, 14 de junio de 2010

Perra suerte

Cuando digo que tengo mala suerte, Harry y mi madre siempre me dicen que exagero. El resto de la gente que me conoce ya tiene asumido que a mí normalmente no suelen salirme las cosas bien. Blancanieves dice que soy muy gafe. La verdad es que los trámites más sencillos se complican hasta el infinito si yo estoy involucrada.

La primera vez que quise venir a Galicia en tren hubo un descarrilamiento y al final nos trajeron en autobús. Es sólo un ejemplo.

Con esa predisposición al desastre, quizás no debería embarcarme en nada demasiado complicado. Pero yo me empeño en desafiar al destino.

Hace unos meses (en marzo) encontramos en una tienda la chimenea perfecta. Ya habíamos visto varios catálogos y no dábamos con una que nos gustase a los dos. Pero de repente, ahí estaba. Era perfecta, ya me la imaginaba en mi salón. Y estaba muy bien de precio. Le hice unas fotos con el móvil y todo.

El problema (siempre hay uno) era que la tienda no aceptaba que pagásemos la chimenea y no nos la llevásemos en mucho tiempo. Querían que la recogiésemos en un plazo inferior a una semana.

Llamamos al constructor:
- Hola, Builder. Hemos encontrado una chimenea que nos encanta. ¿Puedes recogerla con la furgo y llevarla a la casa?
- ¿Pero qué dices? ¡Si todavía no está el suelo acabado! La chimenea va a estar dando vueltas por la casa durante meses. Al final se te va a rallar, ya verás. Mejor esperas.

En realidad quería decir:
- Como me metas la chimenea ahora y la tenga que quitar de enmedio 30 veces antes de poder ponerla, voy a utilizarla como mesa de trabajo y te la voy a dejar hecha una mierda, palabrita de Builder encabronado.

Así que no la pudimos comprar. Nos dijeron que tenían más de una, pero no nos podían decir cuántas. No muchas.

Desde entonces hemos vuelto un par de veces a la tienda a comprobar que la chimenea seguía allí. Y el constructor seguía diciendo que era demasiado pronto para llevarla a la casa.

Este fin de semana decidimos ir a comprar la chimenea. Todavía no está el suelo puesto en el salón, pero ya nos daba igual. La pondríamos en el trastero, que no se va a tocar en muchas semanas, y no molestaría a nadie. Nos daba miedo quedarnos sin ella.

El sábado entramos en la tienda y vamos derechos a ver la chimenea. El dependiente nos mira, pone una cara rara, se acerca a su compañera, le dice algo. La compañera nos mira, le dice algo al otro. Los dos nos miran con cara rara.

Nosotros también ponemos una cara rara. La chimenea no está en su sitio.

La última chimenea se vendió el jueves.

5 comentarios:

Ken Solver dijo...

No soy muy entendido en la materia pero:

1) Si yo compro una chimenea y tiene que quedarse en la tienda, se queda. Llamas al jefe (o al que en último término recibe la pasta en su bolsillo) y le dices que quieres la chimenea y que se tiene que quedar allí. Que no? Adiós muy buenas, ya le daré la pasta que tenía que darte a ti a otro que sí tenga ganas de vender y ganar dinero.

2) Si un constructor me está haciendo mi casa y yo tengo que guardar una chimenea ahí le digo: la chimenea se queda, si no te gusta te largas que ya encontraré a otro, y ojito con ella que si cuando acabes de montarla tiene una rayada no te pago.

Quien tiene el dinero tiene el poder. El secreto es no darlo demasiado pronto o te dejan de hacer caso. Y si no te hacen caso simpre habrá alguien que sí te lo haga.

Sé que es fácil decirlo y difícil hacerlo... paciencia!

Lo que diga el espantapájaros dijo...

Y no la hay en otras tiendas?? No os puede informar de la empresa que la fabrica? El constructor no tiene una caseta en la que guardar los trastos? No se la podías empaquetar a alguien para que la guardara mientras se levantaba la casa? Esto no es mala suerte, esto son unos dependientes y un constructor bastante tocabowls! Saludos!

Izaskun dijo...

Aclaraciones:
1. La chimenea la hemos encontrado también en un portal on-line (el fabricante nos ha dirigido hasta él), pero más cara. La tienda no te guarda los productos porque ajustan mucho los precios mediante un truco: stock mínimo. Una estrategia que hizo famosa, precisamente, la empresa más importante de Galicia.
2. El constructor tiene una caseta, pero ya les han robado varias veces lo que guardaban allí.
3. Yo antes también funcionaba con esa mentalidad de "pago luego ordeno". Pero me temo que cuando tienes que ajustar precios, la calidad del servicio baja.

molinos dijo...

...mmm..como te entiendo..a mi me pasan muchísimo esas cosas...

lo de vuestra reforma tiene tela..o lo de la construcción de la casa vamos..

Izaskun dijo...

Molinos, por favor, mándame al Sr. Lobo para que me arregle el asunto. Ya te dije que lo necesitaba, pero no te hiciste a la idea de cuánto!