viernes, 18 de junio de 2010

Sí hay dolor

Lo peor de mi fisioterapeuta de tipo B(estia) no es, ni de lejos, que me haga tanto daño que estoy a punto de desmayarme. Lo peor es la música que pone. Le encantan los cantautores. Ayer estuve a punto de decirle que, por favor, no me hiciese sufrir más, pero tuve miedo de su reacción, teniendo en cuenta que tenía mi cuello (literalmente) en sus manos.

Entre los gallos que soltaba el cantante de turno, me acordé de otra vez que también tuve que aguantar esa tortura, sin posibilidad factible de escapar.

Trabajaba yo por aquel entonces en una empresa de Bilbao que tenía una sucursal en Donosti-SanSebastián. Si les preguntas a ellos, te dirán que la sucursal éramos nosotros. Ni caso, todo el mundo sabe que la capital de Euskadi es Bilbao. ¿Cómo? ¿Que en la wiki dice que es Vitoria-Gasteiz? Pues lo habrá escrito algún vitoriano. Lo dicho, ni caso.

De vez en cuando teníamos que hacer viajes a Madrid para reunirnos con los proveedores. En vez de ir en dos coches, siempre lo hacíamos de forma que el compañero que venía de Donosti se acercase a Bilbao, nos recogiese y así compartíamos coche hasta la capital del reino.

En uno de esos viajes, el compañero guipuzcoano que llevaba el coche era un fan absoluto de cualquier tipo que compusiese sus propias canciones, las cantase como un gato apaleado y las acompañase a la guitarra. Osea, le ponían los cantautores. En exclusiva.

El compañero este me llevaba unos años. Unos diez. Como hace ya casi diez años de aquel día, supongo que tendría la edad que tengo yo ahora. Esta idea me está empezando a deprimir...

En fin.

El caso es que cuando nos recogió (a mí y a otra compañera de Bilbao) sonaba un gato de esos en el aparato de música. Me senté delante y me fijé en que era un CD. Mierda, no es una sola canción en la radio, que además dejará de ser sintonizable en cuanto nos movamos 100km, es tooooodo un CD.

La compañera le preguntó si había ido hacía poco a algún concierto del gato. Él contestó que, en el último mes, a dos. Uno de ellos no le pillaba ni cerca, pero por lo visto perseguía al gato por toda la geografía peninsular. Yo flipaba. Ni siquiera había oído hablar nunca del gato. En mi descarga diré que había estado viviendo en el extranjero muchos años. Pero eso no les pareció excusa a mis compañeros. Creyeron que si oía las suficientes canciones, me gustaría. Intenté resistirme pero no hubo forma.

Cuando estábamos pasando Burgos amenacé con saltar del coche en marcha si no ponían otra cosa. No era un farol.

Reconozco que soy un poco especial con este tema. No me importa escuchar canciones de mierda, con letras insustanciales y músicas tontas si la voz del cantante me gusta. Y viceversa. Por mucho que una canción tenga una letra y una música perfectas, si el cantante tiene una voz que me da grima, todo es una porquería. Y hay muchas voces que me dan grima. Algunas de ellas son bastante apreciadas por el público en general, pero a mí me ponen hasta de mala leche.

¿Queréis ejemplos?
- No soporto la voz de Manolo García, ni la del Bumbury.
- La tía de Amaral me pone enferma. No sé ni cómo se llama ni lo voy a buscar.
- Me flipa la voz de Merche. Esta tía hace canciones tontas para Gran Hermano, pero me pone la piel de gallina.
- Amaia Montero es imbécil y pija, pero me gusta su voz (aunque no aguanto como pronuncia las esssessss). Su sustituta no me mola nada, pero nada de nada.
- El sueño de Morfeo hace unas canciones de lo más chorras, parecen esas tonterías que nos escribíamos en las carpetas del instituto, pero... ¡qué voz!. Y la pobre tiene que dormir por las noches con el tío más soso del planeta, así que no se le puede pedir que sea profunda.
- Brian Adams, Bonnie Tyler, Tina Turner.. molan.

Me quedan 4 sesiones de fisio, no sé si voy a aguantarlas sin pedir clemencia.

7 comentarios:

Bereni-C dijo...

Yo cada vez que oigo los quejiditos de Rosana o la voz engolada de Amaia Montero, me dan ganas de matar. Cómo puede irritarme tanto oír una voz de alguien que ni conozco... Y tampoco soporto la de Amaral.
No creo que seas nada especialita, a mí me parece que los que tienen el gusto estropeado son los demás ;-)

Izaskun dijo...

A Harry también le pasa con Rosana, que le dan ganas de matar(me) :D

Lo que diga el espantapájaros dijo...

Pues a mí me pasa un poco igual... Odio a esta nueva hornada de cantautores -de pantalones a la altura de la raja del culo, despeinaos y vestidos con chaquetas de Antonio Alcántara- que se han puesto de moda. Conozco gente que les importa un comino que canten fatal, simplemente los adoran porque son cantautores y es lo más 'in'.
Suscribo la manía a Amaral y a Bunbury, pero lo de Merche no sé, no lo veo, eh. ¿Merche???? Pero, Bruja, que las frases que escribo no tienen concordancia ni sentido, que se inventa las rimas. ¡Noooo! Hay una canción en la que dice: "Le deseo tanto que me faltan fuerzas para olvidarle y aceptar que quiere a ella". Me pongo enferma cuando la escucho!

Lo que diga el espantapájaros dijo...

Que escribE quería decir.

Izaskun dijo...

Lo que te decía: que las canciones son un asco, la música mala, la letra peor, pero... me gusta la voz, qué le voy a hacer! Lo he confesado avergonzada, no me fustigues :D

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

Joeeee...no compares a Manolo Garcia con Bunbury...eso es pecado.
La sustituta de Amaia Montero puede ser gilipuertas, pero el disco les ha salido espectacular...
Amaral mola.

Izaskun dijo...

Gonzalo: se nota que eres de donde eres que te gusta Amaral :D
Si es que en música hay gustos para todo. Por suerte!