miércoles, 22 de junio de 2011

Instrucciones precisas

Como os conté hace una semana, iban a operar al Peque de tres de las cosas más habituales en niños de su edad. De hecho, están en la lista de operaciones frecuentes (ver aquí). Teníamos la operación programada para el jueves 16 a las 16:00. Mi madre se vino en autobús de Bilbao el miércoles para echarnos una mano. Mi padre no podía venir porque sigue con muletas desde el estropicio que se hizo en el pie. Harry y yo avisamos en el trabajo y el jueves nos quedamos en casa para evitar que el Peque comiese o bebiese nada desde las 10:00. Todo estaba listo.

El miércoles a las 10:22 me llamaron del hospital. Que no tenían camas y tenían que aplazar la operación al día 30. Prácticamente le supliqué a la enfermera que no me hiciese esa putada, que era un problema logístico gordísimo, que ya habíamos faltado al trabajo, que toda la familia de fuera se iba a desplazar (bueno, vale, exageré un poco). Me pidió que le diese algo de tiempo para ver si podía arreglarlo. Volvieron a llamar 5 minutos después y dijeron que podían operarle al día siguiente. Bueno, no estaba mal. Unas horas más de angustia y nervios y estaría hecho.

Operaron al Peque el día 17. Todo salió bien, pero las 3 operaciones se convirtieron en 4. Si habéis visto la lista que enlacé antes, había 5 operaciones en ella: una es de chicas, las otras 4 se las hicieron a mi Peque el viernes pasado.

No os voy a contar la angustia que pasamos durante los 80 minutos que duró la operación porque no creo que pueda expresarlo con palabras. Cuando el cirujano nos llamó al teléfono de la habitación para contarnos que todo había salido bien, fue como despertar de una pesadilla.

Al cabo de un rato lo subieron a la habitación. Venía llorando pero en cuanto le cogí en brazos se calmó. Me dijeron que lo mejor que podía hacer era tumbarme en la cama con él para que estuviese tranquilo. Y ahí estuvimos los dos, como el día que vino al mundo, acurrucados en una cama de hospital.

El cirujano vino también a la habitación y nos dio un montón de instrucciones que traía apuntadas en un papel: que si la pomada tal, que si no-sé-cuántos mililitros de Dalsy, que si no-sé-cuántos mililitros de Apiretal, que si cita para revisión el martes siguiente... Le escuché atentamente, aunque evidentemente no me quedé ni con el nombre de la pomada (no era ninguna de las que había usado con anterioridad) ni con las dosis exactas de los analgésicos (que de todas formas vienen en el prospecto). El resto lo procesé todo, incluso la cita de la revisión, fecha y hora.

El cirujano se fue y dijo que volvería al día siguiente a las 7:30 de la mañana para darle el alta médica. No nos entregó el papel con las instrucciones, pero pensé que nos lo daría antes de que nos fuésemos.

El Peque, en su línea, se comportó como todo un valiente. Cenó con ganas, jugó con su nuevo camión y luego se quedó dormido y apenas despertó en toda la noche. Vinieron varias enfermeras, incluso el pediatra de guardia, para comprobar que todo iba correctamente.

A las 7:30 vino el cirujano y nos dijo que todo estaba perfectamente, y que no me olvidase de las instrucciones que me había dado el día anterior.
- Bueno, no me he quedado con el nombre de la pomada.
- Pues te lo dije ayer.
- Sí, pero no lo apunté. Pensé que ibas a dármelo todo por escrito.
- Espera un momento.
Me pareció un poco borde, pero pensé que era por madrugar tanto en sábado. Al cabo de un rato vino y me entregó el parte de alta, en donde estaba escrito todo lo que él había comentado el día anterior. De hecho, estoy casi segura de que el papel que él tenía el día anterior era la copia rosa del que me entregó.

El Peque salió del hospital por su propio pie y llegó a casa la mar de contento. Al cabo de un rato llegaron también los padres de Harry con Blancanieves. El Peque adora a su hermana y estuvo casi todo el día jugando con ella en el jardín. Nos daba un poco de miedo que se diese algún golpe, pero parecía estar perfectamente y se movía como si no tuviese nada.

El martes teníamos cita con el cirujano para la revisión. Como era a media tarde, me acompañó mi madre, Harry no salió del trabajo. Pasó lo siguiente:
- Hola, buenas tardes.
- Ah, hola, sí, veamos, le operamos el día 17 de tal, tal y pascual...
Lo dijo mientras miraba el historial, no se lo sabía de memoria. No se lo critico, operó a cinco niños ese mismo día.
- Veamos que tal está todo... aaaah, sí, muuuy bieeeen, todo perfeeeecto.
- ¿Todo bien entonces?
- Sí, todo bien. Tienes que hacerle las curas unos días más y procura que no se suba al tobogán en un par de semanas, jejeje.
- ¡Pero si el día que le dieron el alta ya se montó en el tobogán!
- ¿Qué? ¡Pero si te dije que tenía que hacer reposo absoluto durante varios días!
- No solo no me lo dijiste, sino que tampoco lo escribiste en el parte de alta.
- Bueno, puede que no lo escribiese en el parte de alta, pero estoy seguro de que te lo dije de palabra.
- Pues desde luego que no lo sabía, y el Peque ha estado haciendo vida normal desde que salió del hospital.
- Pues es un milagro que todo esté bien y que no se le hayan saltado los puntos. De hecho, estoy asombrado.

Estoy planteándome qué hacer. Todo ha salido bien y no sé si merece la pena liarla pero, por favor, que alguien me conteste a las siguientes preguntas:
- ¿por qué un cirujano que no recuerda de qué ha operado a mi hijo dice acordarse de las instrucciones verbales que me ha dado?
- La noche de la operación, la primera vez que nos dio las instrucciones, estábamos Harry, mi madre y yo presentes. ¿Por qué ninguno de los tres recordamos que nos mencionase ninguna limitación a la movilidad?
- La mañana del alta, estábamos mi madre y yo presentes. ¿Por qué ninguna e las dos recordamos que nos mencionase ninguna limitación a la movilidad?
- ¿por qué un cirujano cree que yo olvidaría una instrucción precisa y seria si me la hubiese mencionado?
- ¿por qué un cirujano olvida escribir en un parte de alta que el paciente requiere reposo absoluto?
- ¿cómo se supone que se consigue que un niño de dos años haga reposo absoluto? De hecho, si me hubiese dicho algo semejante (incluso reposo parcial) hubiese pedido sedantes para el Peque y/o calmantes para nosotros!!

Hacía mucho que no acababa un post diciendo... ¡capullo!

4 comentarios:

No dijo...

Todas las preguntas tienen la misma respuesta, porque es un cirujano. Los cirujanos no entienden de personas ni quieren saber de postoperatorios...los cirujanos consideran que su trabajo es operar, punto. Les da igual si el niño se llama pepito y si te dijo tal o pascual...nunca lo admitirá y además te responderá borde, para que no te atrevas a cuestionar que hace mal todo su trabajo...puesto que el ya lo operó, lo demás se la suda....
Es asi de triste y de cierto.
Besi

Lo que diga el espantapájaros dijo...

Ay, pobrín, desde que tengo sobri, se me encoge el corazón cuando sé de un niño que está enfermo... Pero, bueno, veo que el Peque está bien, así que me alegro. Que, por cierto, menuda mala suerte que le fuera a salir todo eso. Cómo os enterasteis de que lo tenía? Cuáles fueron los síntomas? Puede que me esté emparanoiando, pero es que a mí sobre a veces le veo que se le suben sus dos cositas... no sé si eso será normal!

Y lo del cirujano... pues resulta que en todas las profesiones hay mediocres y tuvisteis la mala suerte de topar con uno. En medicina deberían estar prohibidos, pero ya ves.

Respecto a lo de qué hacer, yo no me metería en líos legales porque son un quebradero de cabezo, pero, oye, ponerle una queja o reclamación o lo que sea en el hospital... Aunque, claro, luego entre ellos se tapan. Nada, vete y llámalo inepto en su cara educadamente. Al menos te servirá para desahogar.

Lo que diga el espantapájaros dijo...

Puse 'a mí sobre'... quería decir 'a mi sobri'.

Bruja Naranja dijo...

No: el año pasado tuve un problema parecido con un cirujano y sus instrucciones para mi postoperatorio. Y la enfermera que me hacía las curas me dijo algo parecido a lo que comentas: los cirujanos no practican la medicina, practican el cortar y coser. Si sales vivo de quirófano dejas de ser su problema. Pero al ser un tema de pediatría me esperaba un poco más de humanidad. Por lo visto, soy una ingenua... ¡a mi edad! ;-)

Espantapájaros: se les suben sus dos cositas y no pasa nada, tranquila. Lo de mi Peque me lo dijeron ya en el paritorio (lo de que una de sus "cositas" no estaba en el sitio). El resto se lo miraron porque, puesto que le iban a operar, intentan hacer una sola intervención con una sola anestesia. Pero si no hubiese tenido ese problema desde que nació, no le hubiesen operado aún. Tu sobri te tiene loquita, ¿eh? Disfrútalo, que cuando son tuyos no puedes consentirles tanto.