martes, 3 de mayo de 2011

¡Ya eres mía!

Hoy venía a trabajar, con los auriculares del iPod metidos en las orejas, y he oído prom-prom-prom. Sonido Ducati. Espero a que pase mi posición y entonces miro. Una Monster roja.

¿Os suena? Ya lo conté aquí
. Pero hoy... he sonreído contenta. Porque dentro de unos días, habrá una Monster roja en mi garaje.

Aviso: este post va de motos. Si no te gustan las motos te va a parecer un ladrillo. Lo siento pero, como dicen por ahí, el blog es mío y me lo f*ll* cuando quiero. De hecho, es increíble que apenas haya hablado de motos hasta ahora.

Harry y yo nos conocimos gracias a las motos. Concretamente, gracias al canal de motos del IRC.

Yo estaba planteándome comprarme una moto. Mis ex eran moteros, pero yo siempre había ido de paquete. Quería conducir. Tal vez era que quería tomar el control de mi vida. Tal vez era que tenía un casco y una chaqueta y unos guantes... y me daba pena no darles uso.

Harry tenía una GS500 más vieja que el catarro, con un escape de esos que hacen mucho ruido. Todavía hoy, cuando oigo el sonido de una bicilíndrica con un escape IXIL... Cada uno tiene sus fetiches. El mío es muy friki, pero es el mío.

Él me animó a sacarme el carnet de moto, a pesar de que cualquier humano con carnet de coche puede conducir una moto pequeña. Como acababan de despedirme por primera vez en mi vida, tenía algo de pasta y mucho tiempo libre. Otros montan su propia empresa. Yo me saqué el carnet y me compré una CBF de 250cc que me cogió ojeriza desde que me vio en el concesionario. No hay otra explicación posible. Se me cayó al suelo tantas veces que era verla y darme aprensión. Me costó una barbaridad hacerme con ella.

Mientras tanto, Harry decidió cambiar su vieja GS por una moto nueva. Fue la primera vez en nuestra relación que tuve ganas de matarle. Porque la GS me hubiese venido de perlas, pero no se le ocurrió venderla hasta que yo ya había comprado una. Han pasado 4 años y sigo echándoselo en cara a veces. Soy un mal bicho.

El caso es que Harry quería una Kawasaki Z750S. Era un modelo que ya no se fabricaba, quedaban algunos ejemplares nuevos por ahí repartidos, pero no era un modelo fácil de conseguir. Al final, la trajo de algún sitio remoto y exótico (Castellón, creo). Fue todo un problema logístico.

Cuando me vine a vivir a Galicia, mi CBF se vino conmigo. De hecho, me mudé en moto. Luego volví a Portu en tren y recogí el coche, algún mueble y montones de cosas más. Para entonces, la CBF ya no se tiraba al suelo al verme. Me había costado pero la tenía domada. Era una gozada, consumía poquísimo, casi me hice el viaje sin repostar. Me encantaba mi moto, me encantaba conducir, me encantaba ser motera, me encantaba chatear con otros moteros, me encantaban las concentraciones. Tenía un hobby. Molaba mil.

Poco después nos mudamos los dos a Coruña. Yo iba a diario al trabajo en moto. Y salíamos con las motos los fines de semana que no teníamos a Blancanieves, a no ser que hiciese un tiempo de perros. Íbamos a todas las manifestaciones anti-guardarraíles que hacían por Coruña. Nos hacíamos rutillas hasta Finisterre, o por la costa de Lugo (imprescindible). Nos fuimos a la famosa concentración de Sanabria (creo que no he pasado tanto frío en toda mi vida).

Teníamos, tengo que decirlo, algún problema para coordinar nuestras velocidades. A pesar de lo pudiera parecer, teniendo una moto con el triple de cilindrada que la mía... Harry conduce un poco lento para mi gusto. Él dice que yo soy una kamikaze. De hecho, lo dijo delante de mis padres una vez, y desde entonces mi madre tiembla visiblemente cuando me oye hablar de motos.

Y entonces me quedé embarazada. Tuve un primer trimestre complicado, y me prohibieron montar en moto. Como ya tenía 2 años de carnet y podía llevar motos de más cilindrada, pusimos mi pequeña CBF en venta. La idea era comprarme una Monster cuando pudiese volver a montar. Por desgracia, para entonces LPC (la puta casa) ya nos estaba ahogando y no me la compré. Tampoco podía usar la de Harry, tenía que "despatarrarme" tanto para sentarme encima que no llegaba al suelo ni con la puntita de un pie.

Harry tenía la moto muerta de risa, no la usaba. Y yo que "necesitaba" una moto no tenía ninguna. Decidimos hacer un cambio, algo muy habitual en este mundillo: se cambia Z750S por Monster. El sábado vino un tío a casa con su Monster, para ver la moto de Harry. Y se enamoró de ella. Así que dentro de unos días habrá una Monster roja en mi garaje.

Harry no está muy feliz con este asunto. Pero yo estoy taaaaan contenta. Mola mil ser motera de nuevo.


Este entrada tan happy es para Bereni. De todo se sale.


6 comentarios:

Bereni-C dijo...

Jodó, pues qué alegría leer tan seguido un post mucho más positivo. Ole ahí esa monster!! Yo de motos, un pito, qué quieres que te diga. Tuve una suzuki maxi hace más años que la tos y eso es todo lo que puedo decir sobre este tema, jaja.

Gracias por dedicarme la entrada japi ¡coño, qué ilu! :-D

Por cierto, el jevi y yo nos conocimos también en un canal de iRC, jugando al trivial :-)

Izaskun dijo...

Bere, tenemos tantas cosas en común que empieza a darme miedo! ;-)

Lo que diga el espantapájaros dijo...

Me alegro de que hayas vuelto! Pensé que te había pasado algo, porque como no ponías adiós ni na! Te vuelvo a poner en el blogroll, así que nada de rajarse, eh.

Por cierto, a mí las motos me dan miedo. Mi hermano es súper aficionado, pero bastó una vuelta a los 16 para que no me subiera más. A mí eso de las inclinaciones no me gusta na.

Espero que todo esté bien. Un abrazo!!

Izaskun dijo...

Gracias, loquedigaelespantapajaros. Me fui sin despedirme, ni contesté emails ni leía otros blogs... lo explicaré un día de estos.
En cuanto a las motos: si solo montaste una vez y fue de paquete... muchos creen que el objetivo de llevar pasajera es acojonarla todo lo posible. En mi caso, las primeras veces que monté en moto fue con un tío muy tranqui, una moto de poca cilindrada y un paisaje bucólico perfecto para pasear con calma. Las inclinaciones me molan ahora que sé conducir, antes me daban mucho yuyu.

Ken Solver dijo...

Yo aprendí con una CBF250 y como soy un kamikaze decidí dejar las dos ruedas. Ya no estaría aquí.

Izaskun dijo...

Bueno Callahan, mejor que uses dos piernas y estés aquí, que te echaríamos de menos.
Cuando te sientas muy viejuno ya para las locuras, lo mismo te compras una chopper y vuelves a cogerle gusto. Es la evolución natural del motero :-)